En los primeros meses de vida, los bebés no solo crecen físicamente: su mundo emocional se forma a través de lo que sienten, tocan, huelen y escuchan. Primeras alegrías acompaña esa etapa con mucha sensibilidad.
Cada página muestra escenas simples pero significativas: una caricia, un paseo en brazos, una siesta compartida. Momentos cotidianos que construyen vínculo, seguridad y lenguaje emocional.
Me gusta mucho cómo muestra, con ternura, que los cuidados se parecen en todos los seres vivos: una mamá meciendo, una gata amamantando.
Es un libro para leer con calma, nombrar lo que pasa y disfrutar de las pequeñas rutinas que dan forma a su mundo interior.
Ideal para casa o guardería. Para quienes creen que leer también es criar.
